Nunca obtenemos lo que queremos al 100%, la vida se encarga de darnos y quitarnos, todo para mantener la homeostasis social, a veces perder, cuesta, nos duele y lo lamentamos, pero dejar algo para poder mantener otra cosa es un dolor inigualable. A pasado tanto tiempo que las sombras se han vuelto aliadas, hasta parte de mi, no es algo sano, por eso es necesario abandonarlas, pero eso no significa que no duela, que no de nostalgia. No quiero que esas sombras sean mi vida, aunque me da miedo tomar nuevas sombras más densas que las anteriores, cometiendo errores.
Pero las decepciones siempre existirán, ya decidí empezar este camino y aunque existan decepciones al menos serán nuevas, y de ellas aprenderé nuevas cosas.
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